Hatsume Miku es una cantante, pero no de carne y hueso: es un holograma en tercera dimensión, un dibujo computarizado, una típica manga salida de las televisoras japonesas en horarios infantiles. El Zepp Hall de Tokio, la misma arena que ha sido visitada por músicos humanos como Muse o lo Flamings Lips, cimbra con lo que puede ser el primer avatar que es un ídolo pop, en el lejano Oriente. Miku cuenta con un repertorio actual de 30 mil canciones que pueden escucharse, comprarse y descargarse, y la cifra va en aumento.
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