Pocas especies son capaces de competir con el cariño de la gente. El panda gigante es uno de los animales más queridos y admirados, tanto por su aspecto como por su aura de docilidad y dulzura. Sin embargo, este emblema de la fauna china es extraordinariamente sensible a las transformaciones de su hábitat natural.
La palabra con la que se designa al panda en chino significa "oso gato". El motivo es bien sencillo; se debe a que, al igual que los felinos y a diferecnia de lo que sucede con el resto de los osos del mundo, las pupilas del panda son verticales.
Un animal muy diplomático
Por su dulce imagen y la sensación de docilidad que transmite, el panda gigante es una de las especies más admiradas en todo el mundo. La organización ecologista WWF/Adena, por ejemplo, adoptó desde su creación en 1961 este animal como símbolo corporativo. Pero la pasión por el panda en Occidente se remonta a mucho más atrás. Allá por 1869, un cazador llevó a París una piel de panda al misionero francés Armand David, que causó sensación poer ser algo totalmente novedoso. Amediados de la decada de 1950, el gobierno chino utilizó a los pandas con fines "diplomáticos", regalando ejemplares a aquellos países con quienes quería tener un acercamiento o mostrar un gesto de amistad. Así, muchos pandas pasaron a ser la principal atracción de los zoológicos del mundo.
Un oso de extrañas costumbres culinarias
Como es bien sabido por todos, la dieta del panda está muy unida a la existencia de frondosos bosques de bambú, pues este es prácticamente el único alimento que consume. Se trata de algo extraordiario, pues los osos suelen diversificar su alimentación; de hecho, parece ser que el panda posee el sistema digestivo de un carnívoro, pero su organismo ha ido poco a poco haciendose la dieta vegetariana, hasta convertirla en casi exclusiva. Un panda gigante en buen estado tiene la necesidad de ingerir entre 12 y 38 kilogramos de bambú diarios.
Bosques y montañas
El panda gigante habita los bosques templados de las montañosas regiones del sudoeste de China, en la cuenca más alta del Yangtze. Existen dos subespecies: Ailuropoda melanoleuca melanoleuca, la más numerosa, ocupa la provincia de Sichuan, mientras que Ailuropoda melanoleuca qilingensis vive en las montañas Qinling en la provincia de Shaanxi y difiere del anterior en su coloración marrón y el menor tamaño de su cabeza.
Ailuropoda melanoleuca melanoleuca
Montañas Qinling
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