El MiniDisc, que nació con la pretensión de sustituir al casete, es otro aparato que el progreso tecnológico arrincona. Sony dejará de fabricarlo. Mantendrá la producción de grabadoras basadas en esta tecnología porque los mercados europeo y japonés todavía le tienen cierto aprecio.
El año pasado, Sony dejó de producir los reproductores Walkman y ahora ha llegado el turno a los MiniDisc Walkman. Fueron lanzados en Japón en 1992. El disco óptico era la mitad de grande que el CD, pero nunca consiguió desbancarlo. En Estados Unidos prácticamente ignoraron su existencia y fue en Europa y Asia donde encontró una mejor acogida. La llegada de los reproductores MP3 y del iPod, en 2001, perjudicaron seriamente sus posibilidades.
Según informa el diario Nikkei, la última versión del aparato, MZ-RH1, seguirá en los comercios hasta el agotamiento de las existencias. Ello supone que probablemente desaparecerá en Europa el próximo mes y en Japón hacia septiembre. Sony ya no distribuye unidades en Estados Unidos.
Uno de los problemas para consolidarse en el mercado fue que las productoras discográficas no apostaron por el formato para distribuir sus álbumes y a finales de los noventa ya no se editaban novedades.
A pesar de su fiabilidad como dispositivo portátil de almacenamiento de sonido, Sony cometió el error de licenciar con retraso esta tecnología para que otros fabricantes pudieran hacer su propia oferta con este formato.
La desaparición del MiniDisc se suma a la del Walkman, que Sony dejó de fabricar el año pasado. El primer Walkman de casete se vendió en Japón en julio de 1979. El dispositivo original fue creado en 1978 por un ingeniero de la división audiovisual de Sony, Nobutoshi Kihara.
Pero la invención de un aparato móvil que permitiera escuchar música no es de Sony. El invento de un cinturón estéreo corresponde al alemán Andreas Pavel y Sony no lo reconoció hasta 2004. Pavel patentó su idea en 1977 en Italia. En 1980, Pavel inició negociaciones amistosas con Sony. La compañía aceptó el pago de royalties, pero se negó a reconocer que Pavel fuera el inventor del concepto. En 1989, Pavel inició un pleito en Reino Unido para que Sony lo reconociera como tal.
Tras siete años de proceso, la justicia no respaldó las pretensiones de Pavel. Finalmente, Sony llegó en 2004 a un pacto con él.
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