El número de jóvenes de entre 15 y 18 años que ni estudian ni trabajan ("ninis") pasó de un millón 700 mil personas a 2 millones 100 mil en lo que va de este sexenio, lo que representa un aumento del 23 por ciento.
En 2006, 18.5 por ciento de los jóvenes de ese grupo de edad eran "ninis" y cuatro años después el porcentaje se ubicó en 22 por ciento, revela el estudio: "Juventud ociosa en América Latina: Un problema persistente en una década de prosperidad", elaborado por Miguel Székely, director del Instituto de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey.
Otro estudio, también realizado por el ex subsecretario de la SEP, "Jóvenes que ni estudian ni trabajan: Un reto para la Cohesión Social en América Latina", revela que el 34 por ciento de los delitos del fuero federal los cometen jóvenes en este grupo de edad.
Además, indica que estos "ninis" tienen una tasa de embarazo adolescente del 27 por ciento; menos del 10 por ciento se reinserta en el sistema educativo, y menos del 17 por ciento logra obtener un empleo formal entre los 19 y 25 años.
"Son los más susceptibles de ingresar a actividades criminales, los más susceptibles a tener problemas de adicciones y en el caso de las mujeres, de tener embarazos precoces.
"Hay una serie de riesgos alrededor de estas edades, en particular, que no dejan lugar a dudas de que se tiene que atender como un problema para México y la región latinoamericana", expresó.
No obstante, lamentó que no exista una política consolidada para hacerle frente al problema.
"Lo que no ha hecho ningún país es estructurar una política específica para este grupo de edad con apoyo de los diferentes sectores para darles un entorno de mucha mayor protección.
"Literalmente es un sector para el que la política pública está en pañales en América Latina, y también en México", señaló Székely.
Lamentablemente, dijo, no hay muchos puntos de referencia en el mundo, dado que en Estados Unidos y Europa, que podrían ser referentes, la cobertura del nivel medio superior es muy elevada.
"Son realmente minorías las que están fuera y para las que se tienen políticas muy puntuales de asistencia para jóvenes en situación de riesgo, pero no estamos hablando, ni de cerca, de las proporciones que vemos en América Latina", expresó.
El especialista aseguró que un paso para solucionar el problema es lograr que todos tengan la oportunidad de ir a la escuela.
"El tema de la obligatoriedad constitucional o por ley es una parte (de la solución) porque si los recursos para hacer efectivo el derecho no están disponibles por más obligatorio que se haga no van a estar los jóvenes en condiciones de acceder al sistema educativo", advirtió.
Por ello, explicó el especialista, hacer obligatorio el bachillerato es un primer paso; el otro, igualmente importante, es el financiamiento.
"Ya sucedió en el caso del preescolar en donde hubo un cambio constitucional, se introdujo la obligatoriedad, pero no hubo servicios disponibles para hacer efectivo el derecho", ejemplificó.
0 comentarios:
Publicar un comentario