Para muchas mujeres y hombres esta nota los dejará pensando que la belleza les puede costar la vida porque de acuerdo a esta nota, el gobierno de Estados Unidos emitió una advertencia sobre dos materiales utilizados diariamente por millones de personas que pueden provocar cáncer. Se trata del formaldehído (formol), que es carcinógeno y se encuentra en alisadores de cabello, esmalte de uñas, el enchapado, la madera aglomerada y los depósitos de cadáveres. El otro es el estireno, que se utiliza por ejemplo en los vasos y platos de telgopor descartables.
Los científicos estadounidenses señalaron que los consumidores deben evitar el contacto con el formaldehído y el estireno. Según informó The New York Times, la publicación del informe fue postergada 4 años por la intensa presión de la industria química.
John Bucher, director adjunto del Programa Nacional de Toxicología, que hizo el trabajo, dijo que las pruebas del carácter carcinogénico del formaldehído fueron mucho más contundentes que las correspondientes al estireno.
La Dirección Federal de Salud y seguridad Ocupacional de Estados Unidos advirtió en abril que un producto para el cuidado del cabello, Brazilian Blowout Acai Professional Smoothing Solution, contiene niveles inaceptables de formaldehído, y los empleados de peluquerías han denunciado dolores de cabeza, hemorragias de nariz, ardor ocular, vómitos y ataques de asma después de utilizar tanto este producto como otros alisadores del cabello.
En rigor, todos los alisadores químicos que logran un planchado permanente tienen formaldehído, que hace su efecto al quebrar la raíz del pelo. Un estilista que prefirió no dar su nombre explicó a Clarín: “Los peluqueros que hacen este trabajo suelen utilizan guantes y barbijos. Algunos también les ponen barbijos a sus clientes. También suelen usar ventiladores para alejar los vapores potencialmente dañinos que produce el formol”. En la Argentina es un producto que no está autorizado y las peluquerías lo usan en lugares reservados, o prestan servicios a domicilio.
Otis Brawley, médico director de la Sociedad de lucha contra el Cáncer en Estados Unidos, dijo que el formaldehído es preocupante y a la vez ineludible, ya que está presente en muchos productos. “Es el olor de las casas nuevas, y también está presente en el esmalte de uñas. Lo único que una persona razonable puede hacer es controlar su exposición y disminuirla todo lo posible. Está en todas partes”, dijo.
Otros potenciales afectados son los embalsamadores expuestos a elevados niveles de formaldehído. Revelaron mayores incidencias de leucemia mieloide y cánceres raros de los pasajes nasales y la parte superior de la boca.
Los consumidores pueden reducir su exposición al formaldehído al evitar los productos cosméticos mencionados y la madera prensada, o comprando sólo los que llevan la etiqueta ULEF (formaldehído de emisión ultra-baja), NAF (sin agregado de formaldehído). Algunos esmaltes de uñas, por ejemplo, ya incorporaron estos beneficios.
El estireno es principalmente una preocupación para los trabajadores que construyen barcos, partes de autos, bañeras y cabinas de ducha. Los estudios relacionados con trabajadores expuestos a altos niveles de estireno revelaron riesgos más elevados de leucemia y linfoma y daño genético en los glóbulos blancos. También existen pruebas de que el estireno aumenta los riesgos de cáncer de páncreas y esófago.
Hay suficiente evidencia
En el 2° Informe sobre Carcinógenos del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. (NIH), ya había un alerta sobre el formaldehído, a partir de un estudio que mostraba que podía causar cáncer nasal en ratones. Ahora existe suficiente evidencia de que incrementa el riesgo de algunos tipos raros de cáncer, como el nasofaríngeo, el sinonasal, y un cáncer de los glóbulos blancos, llamado leucemia mieloide.
El formaldehído es un compuesto orgánico volátil, que se convierte fácilmente en vapor o gas. Está presente en el humo del cigarrillo, y en emanaciones de estufas y calentadores a gas y a querosén, en ambientes cerrados. También son fuente de exposición los productos de uso doméstico, como materiales de construcción, pinturas de látex, esmalte para uñas, algunos productos para alisar el cabello, cosméticos, desinfectantes, pegamentos, productos de madera prensada, fibra de vidrio, alfombras nuevas, telas de planchado permanente, productos de papel y algunos productos de limpieza.
La exposición a altas concentraciones puede causar dificultades respiratorias graves e incluso la muerte; la exposición continua, reacciones alérgicas serias de la piel y alergia similar al asma; y la exposición a bajas concentraciones puede irritar y quemar los ojos, la nariz, la garganta y la piel.
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