“La disfunción sexual en la mujer (DSF) es más prevalente que en los hombres, los estudios demuestran que 40% de las mujeres y 30% de los hombres tuvieron uno ó mas problemas sexuales y de estos, solo un 10% ,son tema de difusión por médicos y otros prestadores de salud”, afirmó el doctor, Ricardo Zsemat.
Los estrógenos y los andrógenos se requieren para la que el tejido genital tenga una estructura y una función. La disminución de la producción de estrógenos de forma natural o por razones iatrogénicas convierte a los tejidos de la mujer altamente susceptible a la atrofia.
El examen físico de los genitales de una mujer postmenopáusica muestra; atrofia del clítoris, fimosis y casi ausencia de los labios menores.
La epidemiología de la disfunción sexual en la mujer(DSF) fueron tomados de la población general en un estudio del: The National Health y social Survey.
Este estudio demuestra una alta prevalencia de la DSF(43%)en mujeres entre 18 y 59 años(USA): Los problemas principales son; Bajo deseo 22%, problemas de excitación 14% y dolor sexual 7%.
La prevalencia de dispareunía(dolor) en mujeres con pareja fue de 15,5%.
21% de las mujeres expresaron problemas de lubricación.
La DSF es más frecuente en mujeres jóvenes a excepción de la lubricación.
La edad joven es un predictor significante para: dolor, falta de placer y problemas de ansiedad, durante el desempeño sexual.
En la evaluación de la mujer con problemas sexuales, es muy importante de acceder a las contribuciones biológicas y sicológicas. En lo biológico es muy importante acceder a las causas, ya sean vasculares, neurológicas y hormonales. El diagnostico y las estrategias de tratamiento en la mujer con disfunción sexual, debe ser científica y basada en evidencias y tratar de crear un algoritmo sexual del manejo.
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