Una sesión de sexo intenso y maravilloso donde los dos lo han dado todo en la cama… y en menos de 10 minutos ya comienzas a escuchar sus ronquidos. ¿Es normal? ¿Será que no les gustamos, que no les ponemos? ¿O será, simplemente, que están cansados?
A todas nos ha ocurrido que tras un encuentro delicioso y pasional lo que nos apetece es quedarnos con él conversando en la cama de cualquier cosa, pero en unos cuantos minutos de distracción notamos que nuestro querido amante se duerme profundamente. Claro, enseguida nos invade el fantasma de la duda… ¿Será que tu chico está aburrido de ti?
Pero, tranquilas. Tenemos buenas noticias. El hecho de que ellos se duerman al milisegundo de hacer el amor, no tiene nada que ver con el aburrimiento, todo lo contrario. Tu pareja cae rendida como una piedra porque ha alcanzado el límite del placer.
Y es que después del orgasmo el deseo sexual de los hombres (como ya lo sabemos todas) se apaga durante al menos unos buenos minutos, a lo que le sigue un enorme deseo de dormir, que en algunos casos pueden evadir mientras que en otros se entregan por completo.
El cerebro de nuestros chicos segrega serotonina tras un buen orgasmo; pero también suelta distintas sustancias que inducen el sueño, mientras que Nosotras podríamos continuar con la actividad sexual y buscamos un poco de contacto, ellos quieren dormir.
Eso sí, muy satisfechos porque los hemos hecho alcanzar el clímax una vez más. Así que no te obsesiones con sus sueños, disfruta del momento y cuando lo veas descansar sabrás que hiciste un gran trabajo.
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